Hay mucha "magia láser" escondida en los objetos que tocas cada día: patrones exquisitos en fundas de teléfono, logotipos de marcas en tazas de agua de acero inoxidable y fechas de producción claras en bolsas de aperitivos. La mayoría de estas marcas resistentes y precisas provienen...
Contáctenos
Hay mucha "magia láser" escondida en los objetos que tocas cada día —patrones exquisitos en fundas de teléfonos, logotipos de marcas en tazas de agua de acero inoxidable y fechas de producción claras en bolsas de aperitivos. La mayoría de estas marcas resistentes al desgaste y precisas provienen de la tecnología de "marcado láser". Es como un "grabador invisible" que puede dejar marcas permanentes y hermosas en las superficies de metales, plásticos, cerámicas y otros materiales sin tocarlos.
El principio del marcado láser es en realidad muy intuitivo: el láser tiene una densidad de energía ultra alta. Cuando se enfoca, puede concentrar la energía en un área más delgada que un cabello, generando altas temperaturas que modifican la superficie del material —ya sea vaporizando para formar depresiones o oxidando para cambiar de color, y finalmente dejando una marca. Por ejemplo, al marcar sobre la superficie del acero inoxidable, el láser formará una película de óxido sobre la superficie metálica, lo que no solo deja huellas nítidas, sino que también produce efectos coloridos como dorado amarillento y azul cielo mediante la interferencia de la luz; al grabar en acrílico, el láser continuo puede evitar burbujas, resultando en patrones suaves y delicados.

En comparación con la impresión tradicional y el grabado mecánico, el marcado láser tiene ventajas evidentes. Primero, es "sin daños" —no hay contacto del cabezal de herramienta con el material, por lo que no deforma la pieza ni genera tensiones internas, y hasta chips electrónicos frágiles pueden marcarse con seguridad. Segundo, tiene "alta precisión" —el punto láser enfocado puede ser tan pequeño como 0,02 mm, lo que permite grabar números finos en piezas diminutas. Tercero, es "ultradurable" —el láser actúa sobre la superficie o el interior del material, por lo que las marcas son resistentes a la fricción, la lluvia y la corrosión química, y no se desvanecerán sin importar cuánto tiempo se usen. Por último, es "altamente flexible" —el contenido de marcado se puede modificar en cualquier momento mediante software informático, desde códigos QR hasta patrones de dibujos animados, que pueden cambiarse en pocos minutos, lo que lo hace muy adecuado para la producción en masa.

Hoy en día, el marcado láser ya está integrado en nuestra vida cotidiana: en productos electrónicos, los pequeños números en los chips de circuitos integrados y los logotipos en las interfaces USB dependen de él; en artículos de uso diario, los relieves en billeteras de cuero y los diseños en vajillas de cerámica no pueden prescindir de él; en el embalaje de alimentos, las fechas de producción marcadas con este método no solo son ecológicas sino también a prueba de manipulaciones, y permiten además rastrear el origen; incluso en el ámbito de las artesanías, los relieves en placas de piedra y el texto personalizado en regalos de madera son todos sus "trabajos".
Sin embargo, para lograr un buen efecto de marcado láser, es necesario dominar el "código de parámetros". La potencia del láser no debe ser demasiado alta ni demasiado baja —una potencia demasiado alta abrasionará la superficie del material, mientras que una potencia demasiado baja hará que la marca sea borrosa. La velocidad de escaneo también es importante —si es demasiado rápida, las trazas serán superficiales, mientras que si es demasiado lenta, causará un sobreprocesamiento. También existe la frecuencia de repetición —una frecuencia demasiado alta provoca una energía insuficiente por pulso y marcas tenues, mientras que una frecuencia demasiado baja da como resultado líneas rugosas. Por ejemplo, al marcar sobre acero inoxidable, una combinación de 20 W de potencia, 500 mm/s de velocidad y una frecuencia de 20-80 kHz puede lograr un efecto claro y estético. No hay motivo de preocupación por materiales especiales. Por ejemplo, si la madera tiene una baja absorción de láseres ordinarios, aplicar una capa de polvo de carbono puede ayudar a la absorción y resolver fácilmente el problema.